Racismo, Salud Mental

Racismo y Salud Mental

Soy psicóloga en ejercicio con horas, esfuerzo y dinero invertido en formación a lo largo de dos décadas aproximadamente. Tía de dos criaturas afrodescendientes, cuñada de un hombre senegalés y… Booommm!!! No tengo formación antirracista!!!

Así quedé tras escuchar el capítulo ”El racismo y la salud mental”, del podcast “No hay negros en el Tíbet”. Ante este golpetazo de realidad, por aquello de calmar mi conciencia (yo no soy racista, ¿os suena?) me dije: a ver, en lo personal, ya llevas un tiempecito poniéndote las pilas, leyendo y escuchando a personas racializadas para conocer y entender de primera mano su realidad, sus vivencias y sus experiencias. Estoy entendiendo cada vez más de qué va esto del privilegio blanco y tomando nota de las muchas metidas de pata sin intención, pero de facto racistas, condescendientes y/o paternalistas que he ido acumulando a lo largo de mi vida.

¿Y en lo profesional? Pues nunca nadie me habló (tampoco pregunté) de la salud mental y el racismo, de cómo interseccionan. En todos estos años de formación y ejercicio, me he dado cuenta de que no hay perspectiva antirracista en el ámbito de la salud mental. Grave, muy grave. Cualquier sintomatología atravesada por el racismo adquiere otra dimensión, otro significado. Peculiaridades idiosincrásicas, intersecciones sociales, culturales y vinculares que no hemos atendido, en las que no hemos profundizado y que, por tanto, no entendemos, minimizamos o, directamente, ignoramos. Así no estamos haciendo bien nuestro trabajo. Ahora lo sé porque he escuchado las voces que así nos lo cuentan.

Hay sufrimientos que habitan los cuerpos de estas personas por el mero hecho de no ser blancas: culpas, vergüenzas, duelos, miedos, traumas, huellas emocionales, etc. que no podemos describir con el repertorio terminológico y conceptual que hemos interiorizado a través de un sistema de estudios claramente occidentalizado. Si no adquirimos, como mínimo, una conciencia racial, no sabremos (bien) acompañarles a lo largo del proceso terapéutico.

Sí, he sido formada con una mirada occidental. Durante años no me generó incomodidades. Estaba segura de seguir la senda correcta para seguir (bien) formada en lo mío… hasta que descentré la mirada y empecé a ver cosas que no me gustaban, cosas sobre las que no sabía nada y, una vez que mi familia adquirió naturaleza mixta… ya no me lo podía permitir, empecé a preocuparme. Como suele ocurrir, cuando me tocó directamente me entró la urgencia y la culpabilidad por no haber tomado consciencia de esto hace ya tiempo. Funcionaba en automático, sin cuestionamiento alguno. Leer y escuchar voces de personas racializadas me está llevando a ampliar la mirada, a darme cuenta de mis carencias y a acrecentar la urgencia de acceder cada vez más a estas cuestiones, aprender, revisarme y corregirme para ofrecer el mejor de los acompañamientos, en lo personal y en lo profesional.

Racismo, Salud Mental

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Trocadela - Proyecto Convivencia Intercultural - Vigo

trocadela@trocadela.com

Aviso Legal | Política de Privacidad | Política de Cookies

BRANDING Y DISEÑO WEB REALIZADO POR CROQUETA STUDIO CON MUCHO CARIÑO PARA OLAIA Y NOEMÍ.