Cuentos infantiles

Desde muy temprana edad inicié a mis hijxs en el mundo de los libros, las imágenes que entran por las manos, los cuentos o las canciones que también cuentan historias. Soy, además, de las que pierdo la noción del tiempo en cuanto entra en una LIBRERÍA (así con mayúsculas, porque cada vez huyo más de las tiendas de libros, así con minúsculas). También soy de las que le gustan los libros que son bonitos por fuera y por dentro, así que me puedo pasar horas abriendo y hojeando libros por las estanterías. Digo esto para dejar constancia que por mis manos han pasado muchos libros infantiles, muchos más de los que han acabado en mi casa, que tampoco son pocos.

LA IMPORTANCIA DE LOS REFERENTES

Dadas las circunstancias y el contexto familiar, desde el principio me preocupé mucho por buscar libros donde la diversidad estuviese presente tanto en protagonistas como en historias narradas, prestando especial atención a la presencia de personajes racializadxs y la cosa resultó ser bastante más complicada de lo que imaginaba. Muchos de esos libros he tenido que buscarlos por internet e ir con la lista a la LIBRERÍA a encargarlos (porque también soy de las que sigue prefiriendo el trato humano al virtual), eso sí, he de decir que siempre me he encontrado al otro lado del mostrador a personas encantadoras, de esas que aman los libros, con las que en muchas ocasiones, además, he acabado entablando conversaciones sobre este tema.

La importancia de vernos representadxs en las historias que leemos es fundamental para construir la imagen de nostrxs mismxs y  esa representación en la narrativa que interpretamos a través de la lectura contribuye también a la creación de imaginarios que pueden llegar a condicionar nuestros actos y la visión que tenemos de lxs demás. Tener referentes más allá de la familia me parece fundamental para el desarrollo de una identidad propia.

Las niñas y los niños que crecen sin verse representadxs, difícilmente podrán sentirse parte de una sociedad que les invisibiliza o les relega a espacios minoritatarios. Las niñas y los niños que crecen desconociendo que el mundo es diverso de manera infinita, difícilmente podrán dejar de ver la diferencia como algo excluyente.

OTRAS MIRADAS

Sin embargo, no basta con mostrar y acceder a representaciones visualmente diversas. No es suficiente con ver en las historias que llegan a lxs niñxs diferentes colores de piel o formas de vestir. Hay que ir más allá, esas historias deberían ser la herramienta para dar un paso más y conocer qué se esconde tras esa no representación, tirar del hilo hasta tener el ovillo completo.

A través de esas historias se puede cambiar la manera de observar el entorno (SU entorno), se puede cambiar la manera en la que interactuamos en él y dejar de ser ciegxs y sordxs por elección. A través de los cuentos, las canciones o las animaciones podemos contribuir a la deconstrucción de muros mentales, estereotipos y prejuicios. Destruirlos para empezar a construir imaginarios nuevos que lleven a normalizar una diversidad cultural que ya existe, pero que todavía se desconoce  y se teme.

En este proceso, debemos dejar también que las historias que llegan a sus manos, a sus oídos y a sus ojos sean contadas desde el otro lado, por aquellas personas que a día de hoy seguimos encasillando en minorías a pesar de ocupar cada vez más espacios.

INICIANDO EL CAMINO

Afortunadamente cada vez son más los espacios, físicos y virtuales, que ofrecen este tipo de literatura y animación a lxs mxs pequeñxs, pero aún queda trabajo por hacer para visibilizarlo y normalizarlo, ocupando lugares más accesibles y visibles en bibliotecas públicas, escuelas, sesiones de cuentacuentos… Sin olvidar que las personas adultas que formamos su red de apego y confianza, también deberíamos optar más a menudo por libros con personajes , escenarios  e historias culturalmente diversas. Es trabajo de todxs transformar el imaginario que sentará las bases de nuestras acciones e interacciones en un mundo cada vez más diverso.