La convivencia activa en el aula

Cuando hablamos de convivencia en el aula, gestión del conflicto o diversidad, no estamos hablando de meras declaraciones de intenciones, de decálogos que se quedan en el fondo de un cajón o de frases bonitas para poner en los pasillos de nuestro centro educativo.

Cuando hablamos de todas estas cuestiones, hablamos de una labor práctica y diaria, de esfuerzos que requieren dedicación y perseverancia.

Más allá de las palabras: La importancia de la acción

Para construir una sociedad respetuosa desde la infancia, no basta con marcar en el calendario unas  cuantas fechas conmemorativas o hacer talleres aleatorios sobre convivencia. Si queremos un cambio real, debemos comprometernos a hacer las cosas de otra forma. Esto significa observación, análisis, estrategias y recursos, revisiones constantes e implicación emocional. Es un proceso de hacer y rehacer, de avanzar, retroceder y volver a intentarlo todas las veces que sea necesario para que funcione.

El cambio en Infantil y Primaria: Nuevas herramientas para el desarrollo

Las etapas de infantil y primaria han experimentado grandes avances en las últimas décadas. Hoy día, vemos en el aula herramientas como las asambleas, la gestión emocional y la perspectiva de género. Estos recursos han transformado el desarrollo emocional y social del alumnado, demostrando ser esenciales para una convivencia positiva. Pero aún tenemos un reto por delante: gestionar la diversidad en serio.  No basta con frases simplistas como “somos distintos, somos iguales”, porque la realidad no es así, quien es diferente lo sabe. Es importante que cada niña y cada niño sienta que su diferencia se valora y se respeta.

La convivencia activa como base para una sociedad respetuosa

Desde este espacio, queremos reivindicar el derecho a ser diferentes y a que esa diferencia sea reconocida y respetada. Y esto no se logra solo desde la teoría, es vital que la infancia tenga acceso a recursos y estrategias para afrontar los desafíos que conlleva crecer en una sociedad diversa.

En el aula, aprender a convivir es un proceso práctico y dinámico. La convivencia activa significa interactuar, comunicarse, respetar y reconocer al otro en su totalidad. Es una carrera de fondo y debe integrarse en todos los aspectos de la vida escolar, transversal y horizontalmente. Así, el impacto positivo de la convivencia activa en el aula puede ir mucho más allá de los muros de la escuela, contribuyendo a una sociedad más respetuosa y justa para todas y todos.